sábado, 23 de noviembre de 2019

Mi yo ambiental


En mi primera entrada de este diario podéis encontrar mi yo ambiental. Las personas muy pocas veces nos evaluamos como somos cuidando el medio ambiente. Esta parte del diario para mí ha sido muy importante porque me ha servido para darme cuenta como estoy cuidando el planeta y como debo cambiar. Sobre todo para cuidarme como persona, mejorar mi salud y mi vida y reforzar mi autoestima.
Para comenzar esta parte del diario, creo que debería de hablar un poco de mí. ¿Quién soy?
Bueno esta es una pregunta muy relativa, pienso que no todas las personas se conocen a fondo. Dependiendo de las circunstancias y obstáculos que te vayan surgiendo actuaras de una manera u otra y creo que no sabemos que haremos en cada momento.
Bueno soy una chica corriente, al menos eso creo. Tengo 23 años, estudio en la facultad y trabajo con niños a media jornada. Mi vida a veces es estresante, pero creo que el hecho que lo sea es saber sobrellevarlo. A veces, me pregunto… ¿Estoy dónde he querido siempre estar? Cuando me analizo después de un buen tiempo mi respuesta es siempre sí. He luchado, como todos, para llegar a dónde estoy y mi siento orgullosa de lo que he conseguido. Pero ¿Qué tiene que ver esto con la educación ambiental? Pues amigos, tiene que ver bastante. Nos tenemos que analizar a nosotros mismos para poder mirar todo lo demás. Nuestro sistema se mueve por muchas circunstancias y la primera de ellas somos nosotros mismos. Si nosotros nos estamos bien, todo lo de alrededor no saldrá bien o no irá como queremos que funcione. En esto tenemos que evaluarnos en muchos aspectos, sobre todo y lo más importante es como nos sentimos. Bueno, es verdad que todo lo de alrededor nos influye quizás en nuestros sentimientos y pensamientos. Pero, debemos aprender de todo y saber como manejar las situaciones. 
Como he comentado, mi vida a veces es estresante y he dicho que lo primero somos nosotros, pero no estresamos porque queremos abarcar más de lo que podemos solo porque creemos que es lo mejor. Cuando creamos que algo nos agobia pensar ¿Es lo que quiero? ¿En qué me beneficia? ¿Puedo hacer otra cosa para no estarlo? Bueno siempre hay más alternativas y soluciones para poder sobrellevar las cosas.
En mi trabajo, una de las cosas buenas o no, es que he tenido porque no me ha quedado otra que aprender a realizar técnicas en el mismo momento de un estrés extremo a tener que realizarlas. Os pongo en situación: 45 niños para mi sola de 3 -13 años de edad. Bueno, tengo que decir que los niños a veces estresan, pero hay que saber manejarlo y creo que después de mis años de experiencia tengo más estrés por las familias de los niños que por los propios niños. Los adultos tenemos la capacidad de criticar y analizarlo todo, a veces hay que sacarle partido a lo que nos aporta la vida.
Dentro de este estrés, a veces se me olvidaba hacerme de comer o comía muy rápido. Provocándome dolores de estómagos constantes por no pararme a masticar despacio o no hacer bien la digestión. Y es que, mi vida a veces, la distribuyo en el día por necesidades primarias. He aprendido con el paso del tiempo a darle importancia a las cosas que en realidad la tienen. El simple hecho de tener un tiempo para la comida y ver que es lo que tienes que comer es fundamental para sentirte bien.
Con las prisas, rápido cogía un paquete de galletas pues puedo sustituirlo por una pieza de fruta. Cuando llegaba a casa, con las prisas y con mucha hambre de no parar en toda la tarde, me hacía de comer algo rápido, fácil y que me llenara bastante. He decidido que comer algo rápido y fácil es hacerme una ensalada que me guste. Llevo mucho tiempo probando muchos tipos para ver cuál es la que realmente me gusta y poder cambiar mis hábitos. He metido en mi dieta mucha más fruta y verduras. En mi dieta como bastantes legumbres porque me gustan mucho y soy una persona como se dice aquí en Sevilla de “cuchareo”. Prefiero comer un plato de puchero a un plato de filetes con patatas fritas.
La soberanía alimentaria que es la capacidad que tenemos sobre nuestra alimentación tanto individual como colectiva. De este punto hablaré más profundamente en una de las entradas de mi diario. Vivimos en una sociedad capitalista donde lo único que se hace es consumir más y más y explotar recursos naturales que a veces no pueden renovarse. Esto es un problema tanto individual como colectivo, sobre todo de las grandes empresas que solo miran por su beneficio en vez de las grandes consecuencias para el medio ambiente, no miramos por nuestro planeta. Y nuestro planeta, es la casa de todos.
Tenemos que tener la capacidad de decidir lo que hacemos, lo que comemos, como nos vestimos y todos los productos que usamos. Hoy día consumismo por consumir incluso compramos mucho más sin hacernos falta. El pescado es un plato que me gusta bastante y suelo comerlo dos veces en semana, aunque como mucha más carne que pescado. Pero, es realmente agobiante no saber lo que realmente comemos. Mi madre que es la encargada de comprar en casa compra en una pescadería de mi barrio. Pero ¿realmente estamos libres de comer pesces con poco niveles de mercurio?  El pescado hoy día tiene unos niveles elevados de mercurio y la carne niveles elevado de tóxinas. Las verduras contaminadas por los químicos para fertilizarlas y plantarlas. ¿Cómo podemos saber si lo que comemos es realmente saludable?
Debemos comprar todos los productos etiquetados, con las etiquetas sabremos su proceso en todo momento y de dónde viene ese producto y sobre todo si es saludable para nuestro organismo.
Estamos en la época que más enfermedades y más cáncer se han dado de la historia y todo por lo ultraprocesados que están nuestros alimentos.



El consumismo y nuestro mundo globalizado basado en las redes esta muy influenciado por la publicidad. La publicidad nos incita a comprar productos que no son necesarios o que no cumplen una necesidad básica, lo peor que este consumo nos hace sentirnos satisfechos. Tengo que decir que a veces me siento mejor cuando voy a comprar ropa y me compro cosas nuevas y bonitas. Cuando me lo pruebo y me gusta como me queda y si mi economía me lo permite pues no pienso en nada más y me lo compro. No miro etiquetas de la ropa y debemos mirar todo para poder cuidar el planeta. Mirando las etiquetas, sabemos el proceso que ha tenido la ropa como se ha hecho y hasta si el tinte es contaminante para el planeta. Quizás, por mi economía si veo que algo me gusta y esta bien de precio me lo compro sin mirar nada más. Chanclas de plástico, neceser de plásticos, botellas de plástico… debemos fijarnos si las botellas están libres de Bisfenol A. En Francia, este producto está totalmente prohibido porque contamina mucho y nos hace daño en nuestra salud. Tiene unas partículas cancerígenas que con el tiempo pueden llegar a afectarnos.

Bueno, como medio de transporte lo que mas utilizo es el autobús. La distancia de la facultad y de mi trabajo es de unos 40 minutos en autobús y no puedo ir andando porque está muy lejos. Estos reyes me han regalado un patín eléctrico para llegar antes al trabajo y a la facultad y creo que es algo que no contamina mucho, aunque una bici contamina mucho menos. Llego a coger una media de 4 autobuses al día por motivos laborales y por estudios.



A continuación, hablaré de los productos de cosmética que uso: 











Las imágenes anteriores muestran algunos de los productos de cosmética que utilizo, tengo la piel sensible y siempre estoy buscando maquillajes y cremas que me vengan bien para mi piel. He ido a la farmacia para utilizar productos naturales para pieles atópicas pero salen realmente caros. Y aquí volvemos a lo mismo que he comentado anteriormente del capitalismo y es que a las grandes empresas no les conviene que los consumidores utilizemos otros productos que no son los que nos venden en la publicidad. Aquí podríamos hablar de la economía circular, y es que la economía se mueve gracias a que los consumidores hemos creado una economía lineal donde estrenamos, producimos y desechamos creando una inmensa cantidad de residuos y esto es un grave roblema que reside en el agotamiento de los recursos naturales para la producción y sobre todo que la mayoría de estos residuos son altamente tóxicos.  También está en nuestras manos utilizar las reglas de las tres erres (Reducir, Reutilizar y Reciclar) 


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